Período Muromachi
Fuente = Murase, M. (1975). Japanese Art: Selections from the Mary and Jackson Burke Collection. Metropolitan Museum of Art.
Hacia
mediados del siglo XIV, la lucha entre los barones feudales dejaron la ciudad
de Kamakura en ruinas, y la corta preeminencia política y cultural de las
provincias del este de Japón llegó a su fin. Aunque Kamakura continuó generando
cierto respeto entre los monjes Zen del este de ese país y una escuela de
pintura con tinta permaneció activa durante el período Muromachi, la ciudad
nunca se recuperó. Cuando los Ashikagas tomaron las riendas del gobierno en
1336, establecieron en centro de su gobierno en Kyoto. Los líderes producto de
los Ashikagas sobresalían no solo en la esfera política, sino también por sus
gustos artísticos, especialmente durante el reinado del tercer shogunato
Ashikaga (Yoshimitsu 1358-1408), el zen y las artes en general florecieron. Hacia
mediados del siglo XV, la ceremonia del té y los arreglos florales fueron sistematizados
y elevados al nivel de artes independientes, prácticas que mantienen su
influencia en la vida japonesa actual. En su nivel más alto, la ceremonia del
té involucra la apreciación de jardines, arquitectura, diseño de interiores,
caligrafía, pintura, ikebana, cerámica, trabajos en metal y bambú, etc. Es una
experiencia única en varios niveles de belleza y buen gusto dentro del
microcosmo de la sala del té; el estado mental de los participantes debe estar
en comunión con todas las artes que lo rodean.
Entre las artes inspiradas por el zen, irrumpe con especial importancia la pintura monocroma en tinta, que los japoneses llamaron suiboku-ga (ga= imagen; sui=agua; boku=tinta). Aunque a veces se aplicaban pequeñas cantidades de color muy aguado, en general solo se usaba tinta. Antes de Kano Masanobu (1434-1530) los primeros practicantes de suiboku-ga eran todos monjes zen. Algunos de ellos viajaban a China donde aprendían de primera mano las técnicas usadas allí. También fue de vital importancia la emigración de monjes zen chinos (zen en chino se pronuncia chan) a Japón, en especial luego de que los mongoles tomaran el gobierno de aquel país. Sin embargo, la mayoría de los pintores japoneses de este período no aprendían por el contacto con maestros chinos, sino copiando los cuadros que llegaban. Hacia el final del período Kamakura, los regentes habían amasado una colección muy grande de pinturas chinas; aún quedan registros de los catálogos de pintureas que se tenían en ese período. Los pintores que tuvieron más influencia fueron Mu Qi, Ma Yuan y Xia Gui. Los paisajes románticos e idealizados los períodos Song del Sur, que se caracterizan por grandes vacíos evocativos y una fuerte asimetría en la composición, se convirtieron en modelos para las pinturas en tinta de Japón.
Las
primeras pinturas en tinta japonesas eran sobre tópicos budistas en general.
Muchos de iconos tradicionales, pero de a poco fueron introduciendo figuras
específicas del budismo chan/zen como Daruma (el monje indio Bodhidharma,
fundador del zen), Byaku-e Kannon (Avalokitesvara de ropa blanca)y los
excéntricos Hotei, Kanzan y Jittoku (monjes chinos cuyos nombres son
Budai, Han Shan, Shi De). A diferencia de las pinturas budistas tradicionales,
los budistas chan/zen chinos y japoneses no usaban colores (o muy poco) y no
estaban embellecidos con oro.
Con el tiempo, la pintura (incluso hecha por monjes) se liberó de los temas estrictamente religiosos. Artistas como Taikyo Genju, Tesshu Tokusai y Gyokuen Bompo preferían componer poemas en estilo chino y colocarlos junto a pinturas de pájaros, ciruelos, orquídeas y bambú, tal como hacían los intelectuales chinos (wen Ren o bunjin). Pintaban por el puro placer estético de hacerlo. En cambio, los monjes-pintores profesionales de la corte continuaron durante la mayoría del período Muromachi. Pintores oficiales como Josetsu, Shunbun y Oguri Sotan recibían estipendios por sus trabajos, y probablemente no eran libres de elegir qué debían pintar. Cuando se pinta por comisión, algunos estilos y temas específicos debían seguirse.
Con el tiempo, la pintura (incluso hecha por monjes) se liberó de los temas estrictamente religiosos. Artistas como Taikyo Genju, Tesshu Tokusai y Gyokuen Bompo preferían componer poemas en estilo chino y colocarlos junto a pinturas de pájaros, ciruelos, orquídeas y bambú, tal como hacían los intelectuales chinos (wen Ren o bunjin). Pintaban por el puro placer estético de hacerlo. En cambio, los monjes-pintores profesionales de la corte continuaron durante la mayoría del período Muromachi. Pintores oficiales como Josetsu, Shunbun y Oguri Sotan recibían estipendios por sus trabajos, y probablemente no eran libres de elegir qué debían pintar. Cuando se pinta por comisión, algunos estilos y temas específicos debían seguirse.
En
el siglo XV, la pintura de paisajes se transformó en el tema más importante en
la pintura en tinta, algo que nunca había tomado importancia en Japón. Dentro
del estilo yamato-e, por ejemplo, los elementos del paisaje estaban
subordinados a mostrar actividades humanas. Los paisajes del siglo XV, muchos
de los cuales fueron producidos por Shunbun, se usaban para ilustrar la
tranquila reclusión en la montaña, que los monjes zen consideraban ideal para
la contemplación y la meditación. Sin embargo, en este siglo la pintura de
paisajes estaba subordinada a la literatura y la caligrafía. En este contexto,
una forma distintiva de pintar surgió. Conocido en japonés como shiga-jiku
(jiku= rollos colgantes; shi= poesía; ga=pintura), son rollos verticales con
una pintura de paisaje al fondo y un número de poemas compuestos y ejecutados
por monjes altamente educados. La pintura es mucho más modesta en espacio y
concepción que lo escrito. Solo un gran maestro como Sesshu (1420-1506) podía
liberarse completamente de esta norma de los monasterios zen y elevar a la
pintura al más alto nivel: provisto de una visión artística inusual y una
determinación personal muy fuerte, Sesshu hizo de la pintura en tinta
independiente de la literatura. Por estas razones, él puede considerarse como
el primer artista verdadero de Japón.
Nota = un ejemplo de pinturas como las descriptas en este párrafo, con primacía de la poesía por monjes zen se puede ver en la imagen 1. Una realizada por Sesshu Toyo, sin inscripciones y con su particular uso de lineas fuertes puede verse en la imagen 2.
Imagen 1, "Lluvia noctura sobre los plátanos", inscripciones por varios autores, todos ellos monjes zen. Fuente: emuseum.jp
Imagen 2, Sesshu Toyo paisaje "Otoño", fuente Wikimedia Commons.
Pintura Muromachi
Fuente: web-japan.org
Durante el período Muromachi, las "pinturas
chinas" o kanga, que había sido llevado a Japón durante el período
kamakura, trajo un gran cambio a la pintura japonesa. Durante los primero años
de Muromachi, la mayoría de las pinturas japonesas eran casi copias exactas de
paisajes chinos o de daoshihua (道釈画, pronunciado doshakuga en japonés)
que eran retratos de figuras asociadas al daoísmo o al budismo. Con la aparición
de Kichizan Mincho, comenzaron a aparecer trabajos más
independientes tanto en trabajos de solo tinta como en los estilos más
coloridos. Muchos monjes zen comenzaron a verse a sí mismo como pintores. Dada
la importancia de versos compuestos en monasterios zen, aparecen los rollos
llamados shigajiku, que combinaban pinturas en tinta con poemas hechos por
monjes Zen/Chan. Un conocido ejemplo es el rollo del monje Josetsu titulado
"Atrapando un pez con una calabaza".
Otro monje zen, Sesshu (1420-1506) es uno de los mayores
artistas japoneses de todos los tiempos. Residente del Shokokuji de Kyoto
durante su juventud, cuando tenía cerca de 50 años comenzó a ser un reconocido
artista. Había viajado a China donde se inspiró de sus paisajes, y cuando
volvió a Japón desarrolló su propio estilo de pintura, que mayormente eran
representaciones realistas usando las técnicas representativas de las dinastías
Song y Yuan. Entre sus trabajos más conocidos está su representación realista
de Amanohashidate, en la costas del Mar del Japón al norte de Kyoto. En sus
últimos años, Sesshu vivió y trabajó en lo que hoy son las prefecturas
Yamaguchi y Oita al oeste de Japón.
En Kyoto, muchos pintores laicos como Kano Masanobu
(1434-1530) y su hijo Motonobu se dedicaron a decorar los paneles de las
puertas (fusuma) y otros elementos arquitectónicos. También merecen la atención
las pinturas monocromas en tinta de Noami, Soami y otros, en los que vemos el
comienzo de una japonización de los estilos.
El monje Zen Sesson (1504?-1589?), un gran admirador de los
trabajos de Sesshu, vivió en el noreste de Japón, en donde sus paisajes
naturales le ayudaron a crear su propio estilo.
Período Momoyama (1573–1615)
Fuente: Museo Met
Cuando el poder de Ashikaga cae en la década de 1560, los barones
feudales o daimyos comienzan a disputarse el control de Japón. La cuatro
décadas que siguen fueron muy conflictivas y se conocen como Momoyama.
El estilo decorativo que caracteriza el arte en este período es de dos
tipos opuestos. Uno, un estilo robusto y opulento con capas de oro aplicado a
la pintura, la arquitectura, la vestimenta y los muebles. Este era usado por
los daimyos como muestra de su poder. El otro, las elites militares que
apoyaban una contra-estética de simplicidad rústica, expresada
paradigmáticamente en la forma de la ceremonia del té que favorecía utensilios
y arreglos imperfectos, gastados y poco pretenciosos. Durante esta era, la atención
japonesa estuvo dirigida principalmente fuera de sus costas. Además del
continuo comercio y viaje hacia y desde China y Corea, Toyotomi Hideyoshi incluso
ejecutó dos invasiones devastadoras a Corea con el objetivo último de
conquistar China. La llegada de mercantes portugueses y holandeses, además de
misionarios católicos, trajo una apertura de que nuevas religiones, tecnologías,
mercados y productos a la sociedad de Japón. Con el tiempo, esas influencias
foráneas se mezclarían con la cultura nativa de muchas maneras.
Department of Asian Art. “Momoyama Period (1573–1615).” In Heilbrunn Timeline of
Art History. New York: The Metropolitan Museum of Art, 2000–.
http://www.metmuseum.org/toah/hd/momo/hd_momo.htm (October 2002)